Se creó un capítulo llamado “Delitos contra la vida y la integridad de los animales” con cuatro artículos que establecen:
“Al que dolosamente cause la muerte de un animal vertebrado, se le impondrá de diez a 100 días multa y de 60 a 180 jornadas de trabajo en favor de la comunidad.
“Al que dolosamente cause la mutilación orgánicamente grave de un animal vertebrado, se le impondrá de cinco a 50 días multa y de 30 a 90 jornadas de trabajo en favor de la comunidad”.
Los delitos previstos en este capítulo se perseguirán por querella, salvo que se cometan por el propietario, custodio o poseedor del animal o que el animal carezca de propietario, custodio o poseedor, casos en que se perseguirán de oficio.
Son excluyentes de responsabilidad: la muerte o mutilación de un animal vertebrado resultado de actividades lícitas, la muerte o mutilación de un animal vertebrado que constituya plaga. El sacrificio de un animal vertebrado para consumo humano.
La muerte o mutilación de un animal vertebrado por causa justificada y cuidado de un especialista o persona debidamente autorizada y que cuente con conocimientos técnicos de la materia.
“Elevar las mutilaciones y sacrificio dolos de animales a rango de delito nos mantenemos a la vanguardia legislativa, convirtiéndose en uno de los primeros 10 estados en sancionar con dicho rigor los actos de torturo innecesarios para los animales”, afirmó la diputada Guadalupe Sánchez Centeno, del PVEM, partido que hizo la propuesta.
Consideró que con esto el Congreso de Guanajuato marca un hito en la historia de la protección de animales y la erradicación de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
El diputado Jorge Arena Elizondo, también del PVEM, mostró en la tribuna varias fotografías de animales que han sido cruelmente maltratados o mutilados en varios municipios del país.
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